20. Samuel y Carmen
- Me alegro de volver a verte. - Y yo a ti. - Fue muy bonito ese día... - Lo recuerdo más bien salvaje... - Digo, tu paciencia. - Lo entendí. - Ya estoy soltera. - Y yo. - Bésame. - Me gustas pero... - ¿Qué ocurre? - Me siento utilizado. - ¿Por mí? - Sí. - ¿Por qué? - Porque te acercas cuando no tienes a Marcos, e, imagino, a nadie. - No... - Sí. En estas semanas ni un mensaje, ni un comentario, y la verdad, me siento un juguete en tus manos. - No digas eso - Es lo que pienso, y, la verdad, creo que sigo enamorado de otra. - ¿De Jacinta? ¡Pero si es más fea que yo! - Será bajo tu opinión, perdona me gusta más una persona como Jacinta, con sus gustos y personalidad, que una chica como tú. Carmen, he bebido vientos por ti, pero no, no soy feliz de esta manera, usándome a tu antojo sin tener claro nada... - Bueno... - Vuelvo a casa. Ya no veo futuro contigo. - Ni yo presente. Adiós.